Y está claro que algún día te sentirás perdido, no sabrás que hacer, que puedes llegar a no saber ni quien eres. Pero cuando llega ese día tienes que tener claro que debes despertar, pensar que debes hacer no vale, tienes simplemente que hacer todo lo posible por no caer en ese pozo, aunque no te guste, simplemente hacer las cosas lo mejor que puedas. Porque una vez caes en ese pozo tardarás demasiado en salir y para cuando lo consigas ya habrán pasado más de un tren, quizás demasiados. Y pasa y pasa el tiempo y yo ya no tengo fuerzas para salir de ese pozo, me entretengo contando, observando como pasan todos los trenes, hasta que llegue uno que me ayude a salir... Y esperar, y han pasado tantos y ninguno me ha sacado del pozo, empiezo a creer que tendré que salir sólo y tirarme de cara contra el próximo tren y no bajarme hasta estar lo más lejos posible de ese maldito pozo. Y lo pienso a hacer, escucho un tren acercarse, tengo que salir y no perder la oportunidad de alejarme de la oscuridad. Todo esto ocurre porque el aquel día no desperté, no me moví y simplemente me dejé caer rendido al pozo, todo dependió de aquel día. Así sé que cada día que pasé influye en los demás, ahora salgo y no caigo más, que si hace falta me medico el alma con alcohol para no dormir y caer, y volver a caer, y hundirme. Ya no soy el mismo de ayer, tampoco el de mañana, pero debajo de la piel guardo la raíz intacta... Hoy he decidido volver a la vida, aunque pude evitar caer al pozo, hoy por fin salgo de él...
Hay que tirar para adelante
Con dos cojones y aguante
Prepárate a sufrir
las consecuencias de esa
manera tan insolente de vivir
Hoy me sobran cojones, ya veremos mañana
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