domingo, 17 de noviembre de 2013

Presión agobiante, agobio de presión

    Joder, tanto que hacer, tanto que conseguir, tanto que quiero y otro tanto que debo cumplir... Mi cuerpo sin embargo no quiere nada, solo cama, cama y cama. Mareos pensando en qué pensar, quebraderos repasando lo que hago mal, sueños que muestran la frialdad de estas noches que pronto nos cubren de oscuridad... Y yo, sentado, pienso, repaso, aguardo, aguanto, reviento y recompongo, me consumo y ni siquiera soy fuego, cada vez más ceniza y cada vez menos llama, y me arrimo, me quemo y no me quejo... No se puede aguantar el peso de incombustibilidad de la ceniza, quiero volver a arder y consumirme con motivo, como un gran bidón de gasolina. Se agotan los días y tantos los paso a lo tonto, pasan las horas y tantas las paso a lo bonzo, pasan los minutos y tantos los paso sin costo... Tanto acecha mi mente que llega un punto en que exploto y no quiero nada mientras con el pegamento me pego y me coloco. La compañía que evita la soledad ya solo es trivial, mi pecho y mi mente están en su propio y único camino a ninguna parte, echando carreras por prados verdes que de noche no están, corriendo alegres en su momento y tumbados ardientes en su descenso... No sé ni lo que digo, no sé ni que escribo, solo un par de manos de deslizan suave y violentamente por el teclado, exponiendo ideas, relatando mis desamparos...
    Y ostia ya, que coño voy a hacer, si no hago algo ya, voy a desaparecer. Y no estaría del todo mal para mí, pero mi interior en su independencia calcula el demás dolor, y si no fuera así, haría mucho tiempo que descansaría de este mundo de tenue gris que tiene por color...

domingo, 10 de noviembre de 2013

Victoria was here

Blabla y bla.
Me presento, mi nombre es Néstor (preferiblemente Bender), nací en un planeta lejano parecido a plutón, donde el alimento vital es la cerveza y el lenguaje es la poesía. Fumo lo justo (o eso creo yo), sí, lo justo, y no soy ningún cabezota.
Aunque, a decir verdad, si quieres conocerme te recomiendo que empieces por mi pelo, creo que es el gran reflejo de mi cabeza, nada tiene sentido allí, es imposible de domar y si por alguna casualidad intentas sumergirte en él, puedes acabar muy perdido, exacto, soy un caso perdido.

¿Ella? Ella es una cansina, aunque tengo que reconocer que me gusta esto de sonreir a menudo, es algo nuevo para mí, como lo de dejar de quejarme de vez en cuando. ¡Se puede vivir sin pensar tanto en tantas cosas! Y dice que soy un cabezota, pero ella sí que es cabezota de cojones.
Me hace madrugar para ir a ver el amanecer, ¿Os lo podeis creer? No lo entiendo, pero si amanece todos los días y el sol va a seguir ahí a cualquier hora. Y luego me dirá que me quiere o algo así, tonterías.

Bueno, me estoy desviando de la temática general de mi blog, estoy derrochando optimismo y yo he venido aquí a quejarme.