Dos días nada más

El furor del fin de semana enciende la sangre de cada uno de distinta manera, pero para todos son esos momentos deseados, de sentirte algo más libre de ataduras y poder hacer un poco más de locuras de las habituales. Te centras en la gente que vas a ver, con la que vas a poder estar, charlando tranquilamente o de fiesta divirtiéndote... Hay tiempo para estar con la gente que quieres y en los lugares que quieres y te sientes vivo de verdad... Hasta que llega el domingo matando al sábado y engendrando un lunes... Pero ese día que termina con la diversión y que te prepara para la vuelta a la normalidad se puede transformar en un día algo más feliz con tan solo pisar un rato la calle.