domingo, 8 de julio de 2012

Un día y otro

Día tras día, suspiro tras suspiro, perdiendo todo aliento en unas palabras que solo escucharán unos pocos y las cuales ninguno entenderá, el tiempo se escapa y la soberbia te controla... Las batallas que se libran contra vulgares enemigos no importan, seas derrotado o seas el vencedor, pero en las que se lucha con uno mismo se destroza todo cuanto se encuentra y nunca hay vencedor, y es siempre la misma historia: una sonrisa larga, una amabilidad amplia, una fuerza enorme y beber para que resulte más sencillo el mantenerse así... Esperar desesperando con esperanza inexistente en tu mundo nada corriente, esperar desesperanzado que la desesperación se fugue con otro trago. Hoy, mañana, y todos los siguientes, pudiendo ser libre solo cuando el alcohol niega al cerebro razonar más allá de lo que tienes delante, pues eres libre solo cuando te sientes libre, y sintiéndose libre solo cuando se olvida lo demás, y olvidando solo con drogas y alcohol... Escribir sin rumbo, con la esperanza de que se calme la ansiedad, con la intención de que acabes un párrafo y todo esté solucionado, con la idea de sentirse en paz. Pero eso nunca ocurre, solo se sueltan parrafada tras parrafada, como sangre que brota de las manos en forma de tinta para ir manchando una hoja que nadie leerá jamás, así otro paso más hacia la oscuridad... Esa oscuridad que a tantos da miedo pero que te hace sentir cómodo, oculto, seguro, intocable, inalcanzable, cerca de todo y a la vez que lejos, lejos de todos y a la vez escondido detrás... Esa oscuridad que tantos rehuyen pero que te acerca a la realidad, pues la oscuridad no existe sin esa claridad que tantos desean, y la luz no existiría tampoco sin esa oscuridad, entonces hay que compensar, y por los que van a la luz, otros tantos visitaremos la oscuridad y allí formaremos un hogar...

Pd. Se me ha ido la pinza... Demasiadas cosas sin sentido...

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