En estas noches que mi mente se intenta convencer a sí misma de alguna razón que ha buscado en cualquier rincón oscuro he tenido que derramar un poco de tinta al fin...
Mientras sé que dar vueltas no está bien, pienso, y a pesar de querer evitarlo ahí está... Los días pasan mal, unos fugaces y otros eternos, y los fines de semana ni siquiera son días, solo me dedico a destruirme y olvidar todo, lo curioso es que funciona, pero solo un rato... Otra semana empiezo roto y poco a poco, son dos copas de más que saben a veneno...
En cualquier día de mi autodestrucción llegaré a mi destino y los restos deshechos ya no serán nada y terminaré todo camino...
Inciertas palabras que ni yo llego a terminar de interpretar correctamente fluyen de entre mis dedos, y no soy capaz de hablar sin romper algunos huevos...
Cada vez menos, todo se disipa lentamente y como el vapor en el aire va alzando el vuelo hasta desaparecer, es imposible no ver como avanza la oscuridad, y a pesar de la ausencia del calor, ver como el vapor se eleva y el agua se acaba...
Oculto y encerrado en mi mente voy creando un laberinto para que sea imposible analizar mi ser si no es a través de mis palabras solo a ratos inteligibles...
Quiero ver de nuevo como pasa el tiempo a su ritmo delante de mis ojos y coger y retener los momentos que me interesen, ya que no puedo pasar los que no quiero...
Hay opciones que acaban en nuevas opciones, y sin saber cual lleva al camino de la felicidad, me quedo parado esperando que el tiempo decida por mí mientras me acusa y me maltrata por no elegir...
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